Hace unos días en una Entrevista en Sintetia me preguntaban acerca de las claves de la fortaleza mental y donde decía: «Desarrollar la fortaleza mental como hábito es clave porque la adversidad toca a las puertas de todas las casas». Como este tema siempre es importante y no caduca, hoy quiero detenerme aquí para comentar algunas ideas.
1. GRATITUD
Aunque cada situación particular es diferente, y hay personas que tienen unas circunstancias complicadas en muchos aspectos, también hay que decir que muchos problemas de tristeza, bajón y poco ánimo se resolverían si fuésemos más agradecidos. Muchas decepciones proceden del exceso de expectativas y de no saber apreciar todo lo que tenemos. He conocido personas que prácticamente han viajado por todo el mundo y señalan como España es uno de los mejores países del mundo: buen clima, buena comida, buen sistema sanitario, buenas infraestructuras, y entre las economías más ricas del mundo. Es evidente que todos queremos más, pero una cosa es ser ambicioso y querer crecer, y otra perder el enfoque del presente y todo lo que tenemos. Hay que soñar en grande, pero saber disfrutar del día a día, entre otras cosas, porque un gran éxito no es otra cosa que la suma de muchos éxitos pequeños, hacer cada día lo que hay que hacer de manera impecable (con excelencia) e implacable (sin excusas). Como hemos dicho muchas veces por aquí:
Cuando aumentas la gratitud, desactivas la negatividad de tu vida.
Cuanto mayor es la gratitud, menor es la tristeza. De ello han dado cuenta muchos expertos en psicología positiva como Sonja Lyubomirsky, autora de La ciencia de la felicidad y Los mitos de la felicidad, que señala como la gratitud es una las 12 actividades deliberadas para la felicidad. Sufrimos mucho por lo poco que nos falta y disfrutamos muy poco de lo mucho que tenemos. Marco Aurelio, personaje incluido en el Aprendiendo de los mejores 3 (Alienta Editorial) decía: «No sueñes con las cosas que no tienes, más bien reconoce las bendiciones de las cosas que sí posees. Luego, recuerda agradecido cómo estarías de ansioso si tus posesiones no fueran tuyas». Hace poco en una publicación en Instagram apuntábamos:
La gratitud es fuerza, un arma infalible para casi todo.
2. PROPÓSITO
Viktor Frankl, autor de El hombre en busca de sentido, afirmaba: «No hay nada que capacite tanto a una persona a sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas como la consciencia de tener una tarea en la vida».
¿Qué es lo que hizo que Martin Luther King, Gandhi o Nelson Mandela, cuando todo eran dificultades y la situación invitaba al pesimismo y a tirar la toalla siguiesen adelante? Todos ellos tenían una visión elevada que trascendía su figura. Ese propósito grande al servicio de una causa colectiva por un mundo mejor les hizo soportar y superar todo tipo de dificultades exteriores y encontrar todo tipo recursos interiores para ganar su lucha.
Cuanto más te remueva por dentro tu propósito y mayor sea su impacto en los demás, más fácil resulta resistir y aguantar las contrariedades de la vida. Cuando estás alineado al cien por cien con tu propósito de vida, los problemas son menos problemas. Cuando tienes una actitud de vida de entrega a los demás, la vida se vuelve más dulce. Nick Vujicic, que nació sin piernas y brazos y da conferencias por todo el mundo, además de autor de Una vida sin límites, nos recuerda: «Lo más importante es reconocer tu propósito, te aseguro que tú también tienes algo que contribuir. Las mayores recompensas llegan cuando te entregas a ti mismo. Se trata de mejorar la vida de otros, de ser parte de algo más grande que uno mismo. Usa tus talentos para que la vida de alguien pueda ser mejor. Sólo cuando tus talentos y tu pasión estén totalmente comprometidos, con toda su fuerza, encontrarás tranquilidad».
3. NO QUEJAS
Quejarse, como todo, también es un hábito. Y un hábito es un comportamiento enraizado del que luego no es fácil desprenderse. Además, quejarse no soluciona nada: te hace sentir bien hoy pero tus problemas continúan mañana. Rafa Nadal decía cierta vez que «la cabeza es el 90% del éxito de un deportista»; es decir, la mentalidad (mindset) influye en tus decisiones y acciones. Una periodista le preguntaba cierta vez cómo se practica la fortaleza mental. Y él contestaba:
− Estás preparado mentalmente cuando saltas a la pista cada día y no te quejas cuando juegas mal, cuando tienes problemas, cuando sientes dolores y pones la actitud adecuada, la cara correcta y focalizas; no te centras en las cosas negativas y en los problemas por los que juegas mal o por los dolores.
La mejor forma de construir y fortalecer nuestra mentalidad es trabajarla cada día con una filosofía estoica de la vida. No siempre vas a tener buen ánimo, pero siempre debes tener disciplina. Cada dificultad y contrariedad que se nos presenta, en lugar de quejarnos, es una ocasión de potenciar el hábito de la fortaleza mental a través de aguantar con estoicismo lo que toca, sabiendo que siempre que llueve, escampa y que todo enseña si uno quiere aprender.
4. APOYOS
La mejor forma de hacer frente a las vicisitudes de la vida es contar con refugios afectivos a los que acudir en momentos de naufragio. Cuando estamos pasando una mala época, es clave tener un entorno sólido como bálsamo (amigos y familia) donde nos van a arropar, cuidar, mimar y estimular y vamos a salir recuperados y fortalecidos. El afecto es el mejor reconstituyente que existe ante cualquier eventualidad y contratiempo. Cuanto más dura es la vida, más importante es el afecto. Con otros siempre es más fácil. Las relaciones dan sentido a la vida en todos los aspectos. No son sólo una fuente de recursos cognitivos (conocimientos, herramientas, contactos…) sino sobre todo de recursos emocionales (apoyo, acompañamiento, aliento, estímulo…). Como se ha dicho ciento y una vez: una alegría compartida se transforma en doble alegría: una pena compartida en media pena.
En un estudio llevado a cabo en Suecia se observó a 180.000 mujeres y hombres durante un plazo de 6 años. Según estas observaciones se concluyó que aquellos que se sentían más aislados tenían un riesgo cuatro veces mayor de morir prematuramente. La psicoterapeuta Irmtraud Tarr, autora de El consuelo: el arte de hacer bien al alma, nos dice: «En nuestro tiempo, la mayoría de la gente está muy sola. Tenemos un cerebro social y para sobrevivir nos necesitamos los unos a los otros. Compartiendo los estados emocionales de otras personas nos sentimos directamente concernidos y se despiertan en nosotros la simpatía y la compasión que nos mueven a la acción».
5. EJERCICIO
El clásico mens sana in corpore sano no es sólo un tópico sino una verdad contrastable empíricamente. El doctor Kenneth H.Cooper, fundador de The Cooper Institute, define el ejercicio físico como «el método para poner más años a la vida y más vida a los años». Cuando la máquina del cuerpo está engrasada es más fácil tener una disposición positiva de la vida. Las ventajas del ejercicio físico son innumerables: elimina las sustancias tóxicas del cuerpo a través del sudor; el rendimiento del cerebro mejora porque se activa la circulación y recibe mayor irrigación sanguínea; combate el estrés ya que se elimina la hormona que lo produce; se oxigena de manera más eficaz el organismo y las sustancias nutritivas se aprovechan al máximo; aumentan las defensas ya que el sistema inmunológico trabaja óptimamente; ayuda a la prevención de infartos, obesidad, osteoporosis, diabetes, y mejora la digestión, los reflejos, el equilibrio, la flexibilidad corporal, el estado de ánimo, el sueño reparador, y reduce el riesgo de formación de coágulos en venas y arterias.
Hal Elrod, autor del libro Mañanas milagrosas, cuenta cómo en una etapa de su vida estaba pasando por una depresión, y sólo quería quedarse en la cama y dormir. Un amigo suyo le preguntó:
− ¿Haces ejercicio?
Y contestó:
− Apenas salgo de la cama, así que no
Y concluyó:
− Empieza a correr. Te hará sentir mejor y pensar con más claridad.
Hal Elrod comentaba después: «Aunque odiaba correr, estaba tan desesperado que acepté su consejo. Todo lo que comprendí durante ese rato corriendo le dio un vuelco a mi vida».
Te he dejado cinco claves para mejorar nuestra fortaleza mental, pero en Fast Good Management, en el capítulo 22 dedicado al Optimismo, hablamos largo y tendido sobre ello en el que describimos otras prácticas que favorecen un tono vital alto, una disposición más positiva ante la vida y nos aleja de los pensamientos derrotistas y depresivos. Entre otras: intensificar las relaciones con amigos y familiares, meditación, actividades altruistas, escuchar música o tener contacto con animales.
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* También te dejo el artículo Tú eres muchas personas, publicado en Executive Excellence.
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